
JOSÉ DAVID GÓMEZ-LNP. Daniel Ortega y Rosario Murillo ordenaron, recientemente, a sus diputados disolver a la Cruz Roja y confiscar sus bienes. Los legisladores, de inmediato, procedieron a anular la personería jurídica de la benemérita institución y traspasaron sus bienes al Ministerio de Salud, MINSA, en sendos decretos dados a conocer el 10 de mayo del 2023.
VENGANZA DESPIADADA
La desaparición de la Cruz Roja en Nicaragua es parte de una campaña dirigida a la erradicación de cualquier forma de crítica, reclamo, protesta o sencillamente el actuar apegado a principios establecidos por la misma Constitución de la República.
Todo lo que no se ajuste a las disposiciones de Ortega puede ser calificado por las autoridades como un peligro para la paz y la estabilidad de la nación y colocar a cualquier ciudadano u organismo fuera de la ley y sujeto de expropiación, cárcel y exilio.
Durante las protestas del 2018, los socorristas de la Cruz Roja, fieles a su lema de Neutralidad y Servicio, atendieron a las personas heridas durante la represión desatada por militares y paramilitares. Eso es lo que desató la furia de la pareja presidencial y de sus incondicionales seguidores.
Más de tres mil organismos de la sociedad civil han sido despojados, arbitraria e ilegalmente, de sus personerías jurídicas y sus bienes han sido confiscados. Periódicos, revistas, canales de televisión, estaciones de radio, partidos políticos, asociaciones gremiales, movimientos feministas, asilos de ancianos, universidades privadas y hasta la Academia Nicaragüense de la Lengua han sido blanco del macabro plan de los Ortega Murillo para seguir adueñándose del país y eliminar cualquier indicio de oposición a su “divina voluntad”.
El argumento utilizado para estos despojos es el mismo en todos los casos, “ser un peligro para la nación”, lo que equivale a decir: ser una amenaza para el poder omnímodo y vitalicio de los Ortega Murillo.
LA CRUZ ROJA EN NICARAGUA, ABNEGACIÓN Y SERVICIO
La Cruz Roja Internacional fue fundada al influjo de las ideas del humanista suizo Henry Dunant en 1863 con el fin de prestar auxilio a los heridos de guerra, sin distingos de ninguna clase. Posteriormente, a estos principios se agregó el de brindar atención a la población civil y a los presos políticos. Dunant recibió el Premio Nobel de la Paz en 1901.
En Nicaragua la Cruz Roja empezó a funcionar en 1931 al producirse el terremoto de marzo, mediante delegaciones de Estados Unidos, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Honduras. Fue hasta 1934 que contó con una representación nacional fundada por Henry Debayle, Emelina Tercero de Debayle y Rodolfo Espinoza Ramírez.
En septiembre de 1978 el FSLN dirigía una insurrección en varias ciudades del país con el objetivo de derrocar al general Anastasio Somoza Debayle. Una delegación de la Cruz Roja salió de Managua con rumbo a Chinandega a bordo de dos camionetas cargadas con víveres y medicinas para socorrer a la población.
A la altura del kilómetro 90 una de las camionetas fue ametrallada por la Guardia Nacional. Con este ataque injustificado resultaron muertos José Dolores Estrada Granizo y Marvin Alberto Flores Salazar, socorristas voluntarios.
EL MONUMENTO A HENRY DUNANT EN LAS PALMAS}
En 1964 fue instalado en el Parque Las Palmas, en Managua un monumento a la memoria de Henry Dunant, el padre de la Cruz Roja Internacional. Obra de Edith Grön.
El conjunto escultórico presentaba, originalmente, la efigie de Dunant en relieve sobre el pedestal y en la parte superior un conjunto de dos figuras: un hombre auxiliando a otro con una cruz de fondo.
La efigie en el pedestal fue sustituida por una cruz pintada y la cruz original de la parte superior fue retirada, para colmo todo el conjunto fue pintado de rojo y blanco, modificando de manera atroz el trabajo de Edith Grön que merece ser preservado tal como fue concebido por la artista.
VIEJO PROYECTO TOTALITARIO
Sí algo ha demostrado el orteguismo con el levantamiento del 2018 es su falta de escrúpulos, su doble moral, su naturaleza criminal y su capacidad de sacar provecho de la adversidad. El levantamiento popular provocado por ellos mismos, les está sirviendo de justificación y mampara para aplicar “leyes al vapor” dirigidas al establecimiento de su viejo proyecto totalitario y ahora dinástico. En esta campaña la Cruz Roja ha sido sólo un escalón más al que todo indica que seguirá la Iglesia Católica.